Por, Jesús M. Guerrero
“El populismo te endulza los oídos con “igualdad” “Libertad”, “Justicia” o “distribución de la riqueza” y al final sólo es un repartidor de la misma miseria que decía que combatía.” Luis Gabriel Carrillo Navas
En medio del proceso de degradación del partido de la liberación dominicana, del boschismo que lo fundó al hazmerreir del penco candidato al discurso demagogo y populista del actual candidato del PLD, Abel Martínez; esa organización política ha pasado de un discurso donde las ideas eran la principal carta de presentación a un populismo aberrante y sin concepción ideológica de ningún tipo, desde la oposición han dejado en evidencia ante los ojos del país completo las carencias respecto a las ideas políticas que priman en ese partido.
Alguien erróneamente podría asociar al populismo como un ardid de la izquierda, que encabeza regímenes represivos en Latinoamérica en una negación absoluta de la concepción del socialismo y exhiben miserias e imposiciones en detrimento de los ciudadanos. Pero, el populismo no tiene distinción ideológica y puede ser, tanto de izquierda como de derecha, el populismo tiene por objetivo fundamental la demagogia del discurso repleto de politiquerías baratas en miras de proyectar la imagen de popularidad y poco importan las transformaciones sociales que reclaman las sociedades.
El populista no acción a partir de sus ideas y creencias, sino partiendo de lo popular, el liderazgo real no recae únicamente en lo políticamente conveniente, también en asumir posiciones que sean correctas, aunque tengan un costo político. Ejemplo de esto fue Churchill en su titánica lucha para que la clase política de Inglaterra comprendiera el peligro que representaba Hitler y su Alemania Nazi.
Partiendo de estas premisas, un fenómeno como el populismo no cabe dentro de los cánones tradicionales de la teoría política.
En el libro de Federico Finchelstein, Del fascismo al populismo en la historia, cito: “El fascismo y el populismo se distinguían claramente por sus usos y concepciones de la violencia política. Si el fascismo entendía que el poder estaba firmemente fundado en la violencia, el populismo, más tarde, prefirió compartir con el liberalismo una noción de violencia más weberiana y restringida.”
El discurso de Abel Martínez tiene la demagogia como principal característica muy alejado de la concepción boschista, desde el momento que, en medio la lucha interna por la candidatura de su partido, hasta politizó la trágica muerte de un infante acusando al gobierno, como responsable de la muerte del niño sin respeto al dolor de sus padres y demás deudos.
Ahora deja en evidencia la falsedad de su discurso nacionalista, respecto a la emisión de alerta de la embajada USA en el país, ha dejado bastante claro hasta donde puede descender su demagogia política, al asumir una actitud de genuflexión ante los Estados Unidos de Norteamérica y dando la espalda a un tema de nación como es el respeto a la soberanía. No tiene interés real en el cumplimiento del control migratorio ni de defender el país contra campañas de descredito de la comunidad internacional para imponer al país el costo de la crisis haitiana.
Es dantesco ver al candidato del partido de Bosch, asumir una postura a indigna ante las exigencias y acusaciones falsas que solo buscan imponer una carga pesada contra el país. Al utilizar el tema haitiano como principal discurso y al final claudicar por hacerse el gracioso ante USA, ha demostrado sus deficiencias al momento de manejar temas de Estado, apuesta al liderazgo populista en el que predomina lo popular mas no acciones transcendentales que tienen costo político y que al paso del inclemente juez que es el tiempo, pone a los hombres Estado en su justo lugar.
Cito otro fragmento del libro anteriormente citado, autoría de Federico Finchelstein: “La idea hegemonizadora de pueblo del populismo promueve la intolerancia dentro de la democracia. Asedia a la democracia sin destruirla. El populismo crea, y depende de, minorías que puedan votar y puedan perder en elecciones abierta. Esas minorías no son eliminadas, ni siquiera demasiado perseguidas. Su papel es votar por quienes han sido designados como el antipueblo.”
Durante los 16 años de un ejercicio populista finalizando con vestigios fascistas o autoritarios del PLD, frente a la cosa pública, es entendible que su candidato natural sea hoy, Abel Martínez que adolece de ideas políticas como predicó Bosch y utiliza el populismo como su principal herramienta de campaña electoral.
El candidato natural del PLD post Bosch, como fueron el Penco y hoy Abel Martínez son la antítesis del partido morado, más son las creaciones de la degradación de esa organización desde que abandonaron el partido de cuadros a la masificación del mismo y donde la maquinaria electoral solo tenía por objetivo ganar y retener el poder sin importar nada, ni siquiera las ideas que hoy brillan por su ausencia.
Abel Martínez no tiene idea del daño que ha hecho a su posibilidad electoral, al abandonar su principal discurso político como era el control migratorio, evidenciando que todo lo aguerrido de su discurso contra la migración sin control de nacionales haitianos, se detenía ante la intromisión de potencias como USA. Asumiendo una postura populista y carente de algún tipo de criterio de nación.
Por demás, este cambio incompresible de enfoque respecto al tema migratorio ante una campa; a de descredito contra el país empeora la situación actual de ese proyecto presidencial. Una candidatura con un partido dividido y con renuncias diarias, entonces en medio de una coyuntura donde su discurso nacionalista toma mayor preponderancia y de la nada decide cambiar al polo opuesto de esa línea nacionalista. Además de la crisis de su partido, él ha decidido sorprendentemente complicar aún más su situación con miras al 20224.
Solo hay que leer el libro, Juegos de poder de Dick Morris, aquel que consultor político de Bill Clinton que ideó el célebre esquema de la triangulación, en dicha obra relata las razones de la derrota de Al Gore en las elecciones del año 2000 ante Bush, no únicamente por el famoso reconteo; la principal causa fue el cambio de actitud de Gore respecto a sus políticas ambientalistas que eran su principal carta de presentación durante el torneo electoral que lo hizo perder un caudal votos bastante considerable y el resto es historia.
Concluyo con la siguiente frase de Fernando Savater, cito: “El populismo es la democracia de los ignorantes. Lo que es la democracia para las personas cultas, una forma de gobierno que genera esperanzas y la forma civilizada de vivir en sociedad, es sustituida por el populismo, que es una degradación destinada a los ignorantes.”