
La jefa del Ejecutivo activó además la Guardia Nacional, cuerpo paramilitar estadounidense, para dar respuesta a los daños que ocasionó el sismo, que incluyen el derrumbe de estructuras, el colapso de todo el sistema eléctrico y la muerte de una persona.
El estado de emergencia comprende a todo el territorio de Puerto Rico y como señala el documento trata de dar respuesta a los daños causados a infraestructuras y personas.
La orden de la gobernadora, de igual manera, crea un grupo de trabajo del que formarán parte el Negociado de Emergencias y Administración de Desastres, el Gobierno y los municipios que se vieron afectados.
Además, hubo derrumbes en la carretera PR-2 en Ponce, al sur de la isla, que provocaron problemas en el tráfico.
Este lunes otro temblor de 5,8 de magnitud, también en el sur de la isla, causó daños en diversas viviendas en las localidades de Guánica y Guayanilla.
En las pasadas dos semanas el USGS ha constatado cientos de pequeños temblores que han sucedido en esa misma zona.
«Es una invitación a manejar las situaciones y saber mirar al cielo y hacer opción con lo fundamental en la vida (…) no tiene que pasar algo así para que Dios nos llame para saber que uno es un hombre o mujer de bien», puntualizó Díaz Aponte.