

Sentolla Beltrán mejor conocida como (María Elena) fundó el Hogar de niñas Madelaes, con 2 niñas. Según cuenta.
Ella soño con la Virgen entregándole 2 niñas y ella le preguntó en el sueño que cómo la mantendría y la virgen le respondió que de eso de encargaría Dios. Esa revelación ocurrió en el año 1995, hacen 25 años. Al otro día ella acudió donde un sacerdote a contarleselo y éste le dijo que debería esperar que se aclara mejor el sueño. Ella no quedó satisfecha y fue a orar al Santuario de Schoenstatt en La Victoria, para que según ella la Virgen le diera entendimiento.
A los pocos dias ella viajó a Bonao para ayudar como voluntaria al hogar de niñas Madre de Dios. En Bonao se le apareció una señora con 2 niñas y como el hogar donde ella colaboraba no tenía cupo, ella firmó un documento y se trajo las 2 niñas a su casa en la capital.
Luego en el padre Juan Luis Rodríguez del Colegio San Judas Tadeo del Ensanche Naco le entregó 2 niñas más desamparadas que no tenían hogar, y ella se hizo cargo por igual, a las cuales mantenía con la ayuda del sacerdote.
La quinta la conoció en el Satuario a la cual conoció de brazos de la madre que no tenía ni para la leche. Esa noche ella narra que no pudo dormir pensando en la pequeña y al otro dia fue y buscó la niña y la acogió como su quinta hija, pero como no tenía recursos y la niña estaba muy desnutrida, pidió ayuda para una cuna y tuvo que pedir ayuda por igual para internarla, ya que la pequeña estaba en muy mal estado, después de 3 meses interna la bebé logró salvarse.
Así fundó en su propia casa alquilada el Hogar de Niñas Madelaes, que hoy cuenta con 46 niñas, más una gran cantidad que ya han salido del mismo.
A María Elena la conocí hace más de 12 años a través de María Cristina Liranzo, quien mujer ejemplar que dedicó gran parte de su vida ayudar a hogares de niños y ancianos. Desde ese instante siempre me he mantenido cerca de este hogar y de esta noble mujer, que a pesar que no tuvo un solo hijo de su vientre, hoy cuentas con decenas y decenas de niñas y otras ya adultas que la quieren y agradecen a esta mujer que ha dado su vida por ellas.