
Por Lic. Domingo Ramírez
La renuncia de Francisco Javier García como jefe de campaña del virtual candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Abel Atahualpa Martinez Duran, ha generado diversas opiniones y reflexiones. En este artículo, se explorarán algunos aspectos relacionados con su trayectoria política y las circunstancias actuales del partido.
En primer lugar, es innegable el éxito y la habilidad política demostrada por Francisco Javier García a lo largo de su carrera. Durante los gobiernos del PLD, logró ganar varios procesos electorales y dirigió exitosamente campañas como la del Dr. Leonel Antonio Fernández en 2004 y la reelección de Danilo Medina Sánchez en 2016.
Sin embargo, se destaca que cuando el PLD se encontraba en crisis después de las elecciones primarias de octubre de 2019, García no asumió el liderazgo de la campaña de Gonzalo Castillo para las elecciones de 2020, cuando el partido se dividió con la salida de Leonel Fernández y la formación de la Fuerza del Pueblo.
Es importante reconocer que dirigir una campaña política desde el poder, como lo fue el caso del PLD durante 16 años, con amplios recursos y una maquinaria electoral consolidada, es muy diferente a dirigirla desde la oposición, con limitaciones y divisiones internas.
La realidad es que el PLD enfrenta un panorama desafiante, con una marca debilitada debido a la división entre Leonel y Danilo, así como a los escándalos de corrupción que involucraron a varios miembros del partido. Francisco Javier García, como experimentado político, entiende que las posibilidades de éxito para el candidato del PLD en las próximas elecciones presidenciales son escasas.
En este sentido, García busca preservar su imagen como estratega político exitoso y mantener su reputación en el imaginario popular dominicano. No desea verse afectado por un posible fracaso en las elecciones de 2024, que se llevan a cabo en un contexto político y social complejo.
La decisión de apartarse de la campaña electoral en curso refleja la prudencia y el conocimiento de la realidad política por parte de García. Dirigir procesos electorales sin presiones y en situaciones favorables es diferente a hacerlo en medio de divisiones políticas y desde la oposición, especialmente cuando la Procuraduría General de la República acecha a muchos miembros del partido.
En resumen, la renuncia de Francisco Javier García como jefe de campaña del virtual candidato del PLD refleja su percepción de las circunstancias actuales del partido y su deseo de preservar su prestigio político. La situación actual del PLD presenta desafíos significativos, y García ha tomado una decisión estratégica para evitar posibles repercusiones en las próximas elecciones presidenciales.