El conflicto entre Estados Unidos e Irán tenderá a apaciguarse en lo militar para ponderarse en los canales diplomáticos tradicionales en los próximos días, anticipan internacionalistas consultados por la Voz de América.
Aún así, los expertos colocan un pie de página a su análisis: coinciden en que el clamor de venganza de la muerte del general iraní Qasem Soleimani de parte de altos funcionarios del madurismo en Venezuela se antoja como una provocación innecesaria que traerá consecuencias.
Diosdado Cabello, presidente de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente y considerado el segundo hombre fuerte del chavismo, visitó a representantes de Irán en Caracas, para dar sus condolencias por el fallecimiento de Soleimani en un ataque estadounidense el viernes pasado.
Un vídeo difundido el miércoles lo mostró firmando y leyendo un mensaje que rezaba: “sabemos que ese es el camino cuando enfrentamos al imperialismo, pero también sabemos que no podrán con nosotros. Viva Soleimani, viva Irán, vivan los pueblos libres. Nosotros venceremos”.
Pedro Carreño, diputado y alto dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV, también firmó el texto de condolencia, antes de clamar, mirando y apuntando con su mano izquierda hacia la foto retrato del general Soleimani: “tu muerte será vengada, camarada”.
Carreño gritó, además, la consigna “Soleimani vive, la patria sigue” tras la proclama de Cabello. La publicación sucedió a un comunicado del gobierno en disputa de Venezuela en el que tachaba el ataque al general como una acción “sin fundamento alguno en el Derecho Internacional”.
Elsa Cardozo, analista de temas internacionales, opina que la actuación de los altos dirigentes del PSUV es un gesto equivocado no solo ante Estados Unidos, sino ante el mundo, que mayoritariamente expresa su repudio a acciones que alienten nuevas guerras en el Medio Oriente.
“Una cosa es condenar y hasta manifestar pesar, pero otra muy distinta es apostar por las peores consecuencias, en gesto revelador de la naturaleza del régimen venezolano”, comenta.
Los representantes del partido del gobierno en disputa que preside Nicolás Maduro “juegan con fuego”, considera Milos Alcalay, diplomático venezolano y experto en política internacional. “Esos mecanismos de solidaridad, de venganza, de heroísmo en un conflicto totalmente ajeno son un absurdo”, valora.
El exembajador de Venezuela ante las Naciones Unidas teme que el gesto invite a dirigentes políticos espontáneos en Venezuela a imitar el mensaje de venganza de Soleimani.
Lamenta que el madurismo entre en la dinámica del “cuento de Pedro y el Lobo” para provocar al gobierno de Estados Unidos. Anticipa, como mínimo, más sanciones contra los involucrados.
“Espero que el lobo no aparezca. Creo que ni siquiera los aliados involucrados de Irán se han atrevido a proferir unas palabras de solidaridad incondicional en términos de venganza. Es una torpeza más. Es como rugirle a los Estados Unidos”, acota.
Alcalay resalta que el régimen iraní ha sido, a su juicio, “un factor de desestabilización” con vínculos claros con organizaciones terroristas presentes en Medio Oriente y hasta en América.
Beatriz de Majo, internacionalista, lo refrenda. “Estados Unidos tiene conciencia plena de la presencia de Hezbollah en Venezuela y particularmente en el oriente del país y Nueva Esparta. Ello es una amenaza evidente para la gran potencia del norte”, dice.